Jabón de Cempasúchil

Honrando a los ancestros

MX$85.00MX$70.00

México tiene varias tradiciones y una de las más importantes es día de muertos.

Como buenos mexicanos queremos rendir homenaje a dicha tradición al implementar esta flor tan caracteristica de México, la flor de Cempasúchil, con propiedades como combatir el envejecimiento, ser antiinflamatorios, calma irritaciones, acné, cicatrizante, regenera la piel, reducir manchas, antibacteriano e hidratantes.

Una hermosa manera de demostrar nuestro amor a nuestras raices mexicanas y cuidar nuestra salud.

Cuenta la leyenda que dos jóvenes aztecas de nombres Xóchitl y Huitzilin estaban profundamente enamorados.

Juntos pasaban sus tardes uno al lado del otro y frecuentemente escalaban el cerro para dar ofrendas a Tonatiuh, el Dios del sol, ante quien se juraron amor eterno.

Conmovido por un amor tan grande y puro, Tonatiuh los bendijo, obsequiándoles más amor mutuo, y los cuidó para que tuvieran las menores dificultades, sin embargo, muy pronto su amor se puso a prueba.

Una guerra se desató y todos los jóvenes en condición y en edad de combatir fueron requeridos para la batalla; el joven Huitzilin fue uno de ellos.

Él marchó a la guerra que duró meses, pero lejos de que Xóchitl se olvidara de su amado, la añoranza por volverlo a ver se hizo más fuerte.

El encuentro nunca ocurrió. Xóchitl fue informada de que Huitizilin, su amado había muerto en la batalla.

Xóchitl se derrumbó, subió a la montaña para rogarle al Dios del sol que le devolviera a su amor o que le permitiera reunirse con él de otra forma.

Convencido del amor que la pareja se profesaba, el Dios del sol Tonatiuh, le concedió a Xóchitl reunirse con Huitzilin pero no en la forma humana, así que lanzó un rayo dorado sobre ella, convirtiéndola en un botón provisto de un tallo largo.

De pronto revoloteando en el cielo un bello colibrí se acercó al botón para extraer el néctar, cuando el colibrí se acercó con su largo pico y se dispuso a besar a la planta, está se abrió de inmediato transformándose en una hermosa flor de tonos naranjas llena de infinidad de pétalos.

El hermoso colibrí era Hutzilin quien desde lo lejos reconoció el resplandor de su amada y fue como el Dios del sol perpetuó el amor de Xóchitl y Huitzilin.

Al acercarse el Día de Muertos, el espíritu de Xóchitl está presente en todas las resplandecientes flores de cempasúchil y espera ansiosa que Hutzilin aparezca en forma de colibrí para poder demostrarse su amor.